La sensación me cala hasta los huesos en un intento de enmendar mi distanciamiento de Dios, reconsidere mi relación llenando mi espíritu y alma de fe y esperanza.
Sin embargo la ausencia de él; él, de la sonrisa de pececillos de colores, se hace más constante y lágrimas estancadas por los ayeres brotan lentamente porque compartir el pan y un beso en la frente se convertía en una gala, estoy amando a Dios y a él, es así como soy una mina de sentimientos, me cuestiono
¿Cómo uno se vuelve un diván de recuerdos?
¿Qué rima con delirio y ensueño?
Enviando tu onírica imagen en tren a alguna parte del universo, tan sólo me esfuerzo en dejar los brazos de la locura bondadosa, una ola de esperanzas me reanima y es así como me vuelvo a la espera del tiempo.
Casiopea
Septiembre 2004
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